21 mayo 2010

No para siempre en la tierra






Cuix oc nelli nemohua in tlalticpac, Ohuaya?


Ah nochipa tlalticpac:


zan achica ye nican.


No teocuítlatl, in tlapani.


No quetzalli, in poztequi. Ohuaya.


¡Ah nochipa tlalticpac: zan achica ye nican!




¿Acaso de verdad se vive en la tierra?


No para siempre en la tierra:


sólo un poco aquí.


Aunque sea de jade se quiebra,


aunque sea de oro se rompe,


aunque sea plumaje de quetzal se desgarra.


No para siempre en la tierra:


sólo un poco aquí.

15 mayo 2010

Percibo su secreto: Nezahualcóyotl


Ah in tepilhuan:
ma tiyoque timiquini
ti mazehualtin nahui nahui
in timochi tonyazque
timochi tonalquizque Ohuaya Ohuaya
in tlalticpac.

Percibo su secreto,
oh vosotros, príncipes:
De igual modo somos, somos mortales,
los hombres, cuatro a cuatro,
todos nos iremos,
todos moriremos en la tierra.

Nezahualcóyotl
Voz
María García Esperón
Música
Enigma
MMX

14 mayo 2010

Como un canto habéis vivido


Tochihuitzin, el señor de Mexicaltzingo, dice:


Cuícatl anyolque,
xóchitl ancueponque,
antepilhuan,
ni zacatimaltzin, in Tochihuitzin,
ompa ye huitze
xochimécatl.

Como un canto habéis vivido,
como una flor habéis brotado,
oh príncipes.
Yo soy Tochihuitzin que dejé la grama:
¡aquí va el sartal de mis flores!

Tochihuitzin
(1510)
Cantares mexicanos
Realización:
María García Esperón
para
El Mundo de Copo de Algodón
Música: Yanni

MMX

13 mayo 2010

In itlatol temictli: Sueño de palabras. Poesía azteca


Auh tocnihuane,
tla xoconcaquican in itlatol temictli:
xoxopantla technemitia,
in teocuitlaxilotl, techonithuitia
tlauhquecholelotl, techoncozctia.
¡In ticmati ye ontlaneltoca
toyiollo, tocnihuan!

¡Amigos, favor de oír
este sueño de palabras!:
en tiempo de primavera nos da vida
el áureo brote de la mazorca:
nos da refrigerio la roja mazorca tierna,
pero es un collar rico el que sepamos
que nos es fiel el corazón de nuestros amigos.

Tecayehuatzin
Cantares Mexicanos
Voz:
María García Esperón
Música: Yanni

04 mayo 2010

¿Quién es Copo de Algodón?



La breve vida de Tecuixpo Itlaxóchitl (c. 1510 - c. 1550), también llamada Isabel Moctezuma, tiene proporciones míticas.

Fue la hija favorita del gran Moctezuma y de su esposa Teyhualco. Por sus venas corría la sangre de Acamapichtli, el fundador de la dinastía de los grandes tlatoanis del Anáhuac, que no heredaban el derecho de sentarse en el icpalli o trono, sino que lo ganaban por su fiereza en la guerra, por su discreción, por su sobriedad y contención, por su prudencia.

Tecuixpo tenía diez años cuando en las nobles Casas de su padre Moctezuma y su abuelo Axayácatl irrumpió un puñado de hombres desconocidos que hablaban una lengua extraña. Esos hombres hicieron prisionero a su padre, al tlatoani, en una prisión dulce en la que convivían e intercambiaban palabras mientras inexorablemente el destino mexica resbalaba hacia su final, hacia su nada aparente. Tecuixpo estaba en las Casas de Axayácatl cuando Pedro de Alvarado ordenó la matanza en el Templo Mayor, cuando regresó Cortés y mandó que Moctezuma subiera a la azotea y recibió la lluvia de pedradas y murió en circunstancias misteriosas.




Los cronistas cuentan que Moctezuma encargó a Cortés a su hija muy especialmente, que le fue impuesto el nombre de Isabel y que doña Isabel Moctezuma fue señora de Tacuba, una reina en un mundo que se fraguaba duramente, que fundía realidades irreconciliables, que enterraba dioses fuertes y guerreros bajo los cimientos de la iglesia de la humildad y del amor. Humildad y amor que chocaban con las cadenas de la esclavitud y con las marcas a fuego sobre la carne indígena.




Mundo contradictorio el de Isabel Moctezuma. Los cronistas callan que tuvo una hija con Hernán Cortés a la que ella se negó a reconocer por razones desconocidas, pero que apuntan al orgullo herido de una princesa, defraudada por la compleja personalidad del conquistador, quien logró someter a un imperio descomunal y ferozmente bélico pero, que a diferencia del gran Moctezuma, no supo entender su destino.

Los cronistas cuentan que desposó sucesivamente a tres esposos españoles: Alonso de Grado, Juan Gallego de Andrade, de quien tuvo un hijo y Juan Cano de Saavedra, con quien procreó cinco: tres varones y dos mujeres.

Podemos imaginar su rostro y el sonido de su voz a través de las palabras de las viejas crónicas:

"es su rostro algo parecido al de las castellanas e su piel con matiz de india; sus ojos grandes, de mirar apenado, e negros; su nariz aguileña, la boca chica. Dijérase tiene el corazón en los labios, pues tal es su forma y el amor que pone en todos sus dichos e palabras."

Tecuixpo Itlaxóchitl. Su nombre náhuatl significa Copo de Algodón, Flor Blanca. Connotaciones primaverales tiene su nombre. De principio, de amanecida, de origen, de comienzo de un mundo.

Ignoramos dónde están los restos de Copo de Algodón. Los niños mexicanos no la encuentran ni la leen en sus libros de texto. En México no hay nomenclatura urbana que la recuerde. No tiene una estatua, ni un museo, ni la pintó Diego Rivera, ni Siqueiros, ni Orozco. En España, en Cáceres, lugar de origen de su tercer marido, hay un Palacio de Moctezuma donde vivió uno de sus descendientes y una avenida Doña Isabel Moctezuma en la que confluyen calles con nombres de reyes y caudillos indígenas americanos.



Princesa de la alta sangre mexica, niña de los ojos de su padre Moctezuma, fue esposa de Cuitláhuac y Cuauhtémoc, tuvo una hija con Hernán Cortés y por sus matrimonios con españoles fue la fundadora de la mexicanidad a través de sus muchos hijos y nietos innumerables. Su sangre persiste hasta hoy y su voz está a punto de hacerse escuchar a través de un libro de literatura juvenil que bajo el sello de Ediciones El Naranjo ha nacido en la primavera 2010.

Copo de Algodón: una novela




En Cuicuilco, centro ceremonial ubicado en el sur de la Ciudad de México, se gestó parte de la cosmovisión del Anáhuac. El volcán Xitle borró esa civilización con su erupción del 500 A.C., dejando en el ánimo el mensaje de la destrucción total. Los sobrevivientes y sus hijos no olvidaron.

Colectivos, fabricaron sus mitos en el entendimiento de que el mundo realmente se destruye, que la vida en la tierra es breve y que el hombre sólo florece a través de sus cantos. La vida es ardua pero merece la pena ser vivida, los astros, la tierra y el agua necesitan del hombre para subsistir, para crearse. Entonces se convencieron de la necesidad del sacrificio humano para mantener astros, tierra y agua en el ser. La teocracia militarista azteca hizo el resto.

Hoy, Cuicuilco es todo paz y paseo de domingo. El agave, hogar de la dulce diosa Mayahuel, levanta sus brazos en un signo elocuente. El sol se posa sobre los nopales (chumberas) y sobre las longevas piedras del basamento circular. Es primavera y algo nace o algo se recuerda, y en las páginas de este libro a punto de nacer, es el nombre y la historia de una princesa azteca: Copo de Algodón, Flor Blanca.

Copo de Algodón
Una novela sobre la hija de Moctezuma.
María García Esperón
Ediciones El Naranjo
Primavera 2010



01 mayo 2010

El mundo de Copo de Algodón