29 agosto 2010

Moctezuma y Copo de Algodón, por Anabel Sáiz Ripoll, en Suite 101


En breves líneas, Anabel Sáiz Ripoll propone todo un cambio de paradigma en nuestras maneras de entender, a uno y otro lado del Atlántico, la conquista española de México:

11 agosto 2010

Reseña de Ana María Carbonell

El Club Sácale Jugo a la Lectura recomienda Copo de Algodón y ha publicado esta reseña de Ana María Carbonell:

“Mi padre es un hombre triste.
No tendría por qué serlo. Es el dueño de todo. Le llaman el Gran Tlatoani. Eso quiere decir que es nuestro rey, nuestro emperador.”

Así empieza la última novela de María García Esperón, Copo de Algodón, ¿novela histórica o historia novelada?, lo cierto es que gracias a la invención, y a la imaginación de la autora llegamos hasta donde la historia no llega y lo hacemos de una manera más intensa, más entretenida. Si bien la leyenda cuenta que Tecuixpo, fue la hija de la princesa de Tacuba y del señor de Tenochtitlan, que se casó primero con el señor de Iztapalapa, Cuitláhuac, después con Cuauhtémoc y que tuvo varios matrimonios con españoles; que presenció las guerras floridas, la llegada de los españoles, la matanza de Cholula, el sitio de Tenochtitlan, y la muerte de Moctezuma y de Cuitláhuac, sin embargo, no conocemos los pensamientos ni los sentimientos de Copo de Algodón y de otros protagonistas en el momento en que todo esto sucedía. Es ahí, precisamente en ese espacio que dejan los acontecimientos históricos, donde existe un abanico de posibilidades para la ficción.

Y es que la historia no sólo está en el relato de batallas y conquistas, en las palabras del general o el dictador, en los líos de los monarcas, está también, y sobre todo, en la vida cotidiana, en las costumbres, en la existencia, en el sentir y el pensamiento de miles de seres anónimos.

En Copo de Algodón escuchamos la voz de una niña de nueve años, seguimos con su mirada los acontecimientos que le tocó vivir y acudimos a ellos sin maniqueísmos, a través de una visión franca, que a veces muestra extrañeza, otras duda, miedo o un profundo dolor, y otras más orgullo. Desde esa perspectiva asistimos al sacrificio de Quetzalli, una pequeña como ella; al matrimonio de la propia Tecuixpo con Cuitláhuac, hombre ya maduro; a la relación que entablan Cortés y Moctezuma; conocemos también el sentir de Moctuzuma, de Cortés o de La Malinche. Al fondo, desdibujados, personajes como la nana, Teyhualco, la madre, o Axayácatl, el hermano, y Papantzin, la esposa de Cuitlahuac, completan el cuadro, para darnos a conocer, pero sobre todo para hacernos sentir, toda una cosmovisión.

Contar la historia desde un punto literario constituye todo un reto: ¿cómo rellenar
los huecos documentales con suposiciones que tengan una coherencia narrativa y que, además, sean verosímiles? ¿Cómo combinar, el rigor histórico con la invención, con el disfrute y con la creatividad literaria?

Copo de Algodón nos traslada a la época y nos refiere una serie de acontecimientos, pero sobre todo nos los recrea: disfrutamos y sufrimos con Tecuixpo, nos planteamos nuevos interrogantes en torno a los acontecimientos históricos, pero también seguimos sus palabras como quien escucha un cuento relatado por un amigo. Imaginamos los espacios, los rostros, las ropas, los objetos, hacemos conjeturas sobre las sensaciones experimentadas por los protagonistas e incluso reflexionamos y tomamos posición ante sus actos. Recreamos la historia, pero no como meros datos o sucesión de hechos, sino contextualizando, interrelacionando, construyendo, imaginando, y finalmente, formando nuestro propio conocimiento y estableciendo un puente entre el pasado que la novela recrea y el presente que vivimos.

¿Qué mejor manera de aprender historia que a través de un relato como éste?

Ana María Carbonell, Club Sácale Jugo a la Lectura

09 agosto 2010

Teotihuacan: el Señor de las Tormentas

 
Figura principal del mural de Tepantitla, en Teotihuacan

La deidad que predomina en los hallazgos teotihuacanos es, sin lugar a dudas, Tláloc. ¿Tláloc? Llamémosle así por el momento, aunque conscientes de que los nombres del Posclásico no corresponden necesariamente a los del Clásico.

El nombre náhuatl, por sus raíces designa a la entidad divina acostada en la tierra: tlalli-onoc. Sus rasgos distintivos son las anteojeras, la lengua bífida de serpiente y los símbolos de fertilidad y de agua que con frecuencia se le asocian: conchas y caracoles.

Su presencia se extiende e involucra sobre todo el ciclo agrícola: custodia las semillas del mantenimiento, envía la lluvia, el relámpago y la fertilidad. Su culto entre los mexicas exigía el sacrificio de niños de rostro mojado por las lágrimas. Entre los teotihuacanos, el hallazgo de esqueletos de infantes en la llamada piramide del Sol podría remitir a la Ciudad de los Dioses el origen de esta peculiaridad dramática de su culto.


¿Cómo llamaban los teotihuacanos a la deidad de la lluvia, la fertilidad y el relámpago? ¿Cómo se referían al rostro esquematizado en las vasijas que hoy se llaman vasijas Tláloc? Volvamos a la imagen que nos ocupa. Por años largos se le identificó con Tlaloc. Están las orejeras, la nariguera que sugiere colmillos y los elementos acuáticos inconfundibles. Verdad es que sus ojos romboidales son atributos del viejo dios del fuego. Y de que no están ni el tocado con el moño ni las anteojeras ni tiene el labio superior enrollado. De sus manos cuelgan gruesas gotas como fecundas mamas que parece van a romperse en promesa vital imperecedera. Actitud corporal abierta, de donante, de cara al espectador, al teotihuacano que miraba y al moderno que mira. Figura frontal, tal vez imagen de culto como la calificó Kubler, privándola de la oportunidad de ser una deidad. Manos abiertas, palmas francas, con las uñas bien delimitadas, con la seguridad de una escritura que va a ser leída.

¿Uñas? ¿Palmas? Si está de frente, ¿cómo puede mostrar las uñas? ¿Y por qué los brazos se disponen a la altura de la nariguera colmilluda como si se tratara de un crustáceo y no de un ser humano?
La postura de las manos nos lleva, junto con René Millon, a considerar que la figura está de espaldas y que en el torrente simbólico de ese su dorso lleva incrustada una máscara con las orejeras y los colmillos y los elementos acuáticos inconfundibles, del mismo modo como en el caudal de la serpiente del Templo de la Serpiente Emplumada se incrustan las cabezas del rostro interpretado erróneamente como el de Tláloc, como han señalado tanto Karl A. Taube como Saburo Sugiyama.

“Saburo Sugiyama y yo creemos que la segunda cabeza es un tocado o un casco. Basándome en imágenes y textos del Clásico maya que se refieren a esta criatura teotihuacana, creo que la cabeza es un caso con mosaicos de cocha que muestra una serpiente sobrenatural estrechamente ligada a la tierra. Como se verá más tarde, la serpiente emplumada teotihuacana aparece a veces con un tocado sobre el cuerpo”



El incómodo crustáceo que llamábamos Tláloc se agiganta, crece hasta la altura de su penacho, oculta el rostro y libera la máscara que tal vez sea un tocado. Hay que mirarlo mejor, hay que pararse de puntas y arquear las cejas y liberar el ojo para escrutar ese signo vuelto de espaldas.

Otra vez las manos. Otra vez las uñas. Teñidas cuidadosamente. Religiosamente teñidas. Como hoy se las tiñe una mujer. Como hace dos mil años se las tiñó una mujer. Como hace dos mil años se las tiñó un hombre, un hombre que fuera sacerdote o que fuera dios o una sacerdotisa o una diosa. Sin asirlos, la figura sostiene un caracol seccionado en cada mano. De ahí manan las enormes gotas, ocho en cada lado. Los brazaletes añaden ornamentación y riqueza al icono. Las mangas –único elemento textil de la figura- descansaron en el muro con la confianza de la tela que envuelve y se derrama sobre el cuerpo.

La máscara con algunos de los atributos de Tláloc esta decididamente en la espalda de la incógnita. Se hace dialéctica la máscara. Lluvia pero también fuego, ¿no es ese par de “ojos” romboidales atributo del viejo dios del fuego? ¿No está decididamente relacionado el signo con el arquetipo de lo temporal –el símbolo del año- representado y vuelto a representar en los espacios teotihuacanos? 

Es dialéctica la máscara. Sintetiza opuestos. Sin moverse, se mueve. 

Es otro tipo de fuego porque es otro tipo de agua. Es el agua quemada y la llama acuosa, el torrente en el anafre, quiza el impulso eléctrico vital serpeando en los torrentes húmedos del cuerpo. 

Serpeando, como en el cielo la marca de fuego del Señor de las Tormentas.

María García Esperón

08 agosto 2010

Copo de Algodón: reseña de Anabel Sáiz Ripoll en CULTURAMAS


             


Copo de algodón, de María García Esperón. Il. Marcos Almada Rivero. México, Ediciones el Naranjo, 2010.

Por Anabel Sáiz Ripoll.

Una niña escribe acerca de sus padres y de sus propios sentimientos. Una niña se admira de su tiempo. Una niña es testigo de la historia. Una niña observa cómo se comportan los que la rodean. Una niña presiente que algo en su vida está cambiando. El tema es universal y podemos encontrarlo en multitud de relatos que, con mayor o menor acierto, consiguen que el lector o la lectora se emocionen y sientan, como suyos, la peripecia de la protagonista. En este caso, María García Esperón, la autora de Copo de algodón, su obra más reciente y la que estamos reseñando, logra todo eso y mucho más porque, con su prosa diáfana, cargada de resonancias, como una caracola de los tiempos, nos acerca a un episodio importante, trascendental, de nuestra historia, de la nuestra y de la de México, puesto que alude a los últimos tiempos de Moctezuma y a la llegada de los conquistadores quienes, con Hernán Cortés a la cabeza, no entendieron a la civilización azteca y la condenaron al silencio, en aras de una religión, de una cultura superior, de unos valores encomiables; pero, en el fondo, como en cualquier conquista, los motivos fueron económicos, en forma de oro. Lo bueno –y lo positivo- fue que desde España, los conquistadores, llevaron el idioma allá y, gracias a él, ahora nos podemos entender y podemos leer textos tan emocionantes como Copo de algodón...

Reseña completa en CULTURAMAS

04 agosto 2010

Proyecto Tlalocan: nuevos descubrimientos en Teotihuacan


Debajo del Templo de la Serpiente Emplumada en la zona arqueológica de Teotihuacán, se ha descubierto un túnel que a 12 metros de profundidad podría conducir a la develación de una de las grandes incógnitas del sitio: el enterramiento ritual de sus dirigentes.

Sergio Gómez Chávez es el arqueólogo que está a la cabeza del proyecto llamado Tlalocan-Camino bajo la tierra, que se antoja un espectacular túnel del tiempo, pues nunca ha sido saqueado y fue sellado hace mil ochocientos años por los antiguos teotihuacanos.


 Fotografía: El Universal

Los georradares han revelado que al final del túnel hay tres cámaras de gran tamaño. Y hasta ahora se han encontrado más de 60 mil objetos de jade, obsidiana y conchas. Rituales de fundación vinculados con el inframundo y con la cosmovisión mesoamericana pudieron haberse desarrollado en esas cámaras que serán alcanzadas en los próximos meses dentro del trabajo sistemático de excavación minuciosa que vienen desarrollando los arqueólogos del INAH.





El Tlalocan

El nombre dado al proyecto de excavación remite a una de las más profundas concepciones mesoamericanas con respeto a la persistencia del ser más allá de la muerte: el Tlalocan o lugar de Tláloc, que fray Bernardino de Sahagún describe como una suerte de paraíso terrenal:

"...jamás faltan ahí las mazorcas de maíz verdes, calabazas, ramitas de bledos, axí verde, tomates, frijoles verdes en vaina y flores, y allí viven unos dioses que se llaman Tlaloques, los cuales parecen a los ministros de los ídolos que traen los cabellos largos".

Al Tlalocan iban quienes morían ahogados, fulminados por el rayo, los enfermos de hidropesía y los aquejados por la gota. En el célebre mural teotihuacano de Tepantitla se ha identificado a la figura principal como Tláloc -aunque tiene atributos femeninos- presidiendo su florido paraíso. Paraíso de agua.


Con 200 toneladas de tierra y piedra cerraron los antiguos teotihuacanos el túnel que podría despejar muchas incógnitas de este pueblo misterioso, arrojar luz sobre su origen, sus conocimientos astronómicos y geodésicos, su concepción del hombre, su lenguaje. Camino bajo la tierra como los 5 km de la calzada de los muertos son camino bajo el cielo hacia el norte teotihuacano que asoma detrás de la pirámide de la luna.  Camino bajo la tierra asociado a la construcción dedicada a la serpiente emplumada, la que vibra con el sonido del quetzal y la que se constituye en jeroglífico del año por las 366 cabezas que representan a Quetzalcóatl y Tláloc.


Camino bajo la tierra, inframundo como la cueva lobulada bajo la pirámide del sol, sobre ella la construcción, imagen de la montaña primordial, fuerza ascendente  de la ciudad jeroglífico, el signo sagrado en el que los dioses crearon el sol y la luna mediante su sacrificio en la hoguera y en la que los hombres pueden convertirse en dioses.

María García Esperón




03 agosto 2010

Cuando Copo de Algodón era un sueño en El Naranjo


Hace un año, tuve la alegría de conocer personalmente a Ana Laura Delgado, la directora de El Naranjo, con quien ya había hecho una hermosa amistad a través de Internet.

Entonces comenzamos a soñar a Copo de Algodón, hoy una realidad.

Y nos hicimos esta foto, como soñando...

02 agosto 2010

David García Hernández y Copo de Algodón


David García Hernández es un joven y polifacético músico mexicano que desde hace muchos años ha investigado la persona histórica de Copo de Algodón. Él ha sido uno de los primeros lectores (si no es que el primero) de esta novela publicada por Ediciones El Naranjo.
Me he acercado a David para proponerle una experiencia poco común: una entrevista del autor al lector. Y así, en los últimos días de julio hablamos de música, libros, niños, historia y fe en nuestro país, de esperanza y amor por la ciudad en que, al igual que Copo de Algodón, ambos nacimos:

México,
la rodeada Tenochtitlan,
hace muchos sueños,
por círculos de jade. 

 En qué momento de tu vida sentiste que tenías vocación por la música?

Aunque mi primer contacto con la música lo tuve a través de Cri Cri, logrando llamar mi atención a través del sonido del piano, fue a la edad de 7 años, imaginándome tocar este maravilloso instrumento sobre una consola de la sala (de esas que encontramos ahora solamente en bazares de antigüedades), mientras escuchaba "Balada para Adelina" en la interpretación de Richard Clayderman, cuando descubrí mi pasión por la música.

La verdadera vocación la encontré al darme cuenta de que mi interpretación al piano, lograba transmitir emociones al público, a la edad de 23 años, cuando logré ganar mi primer concurso de piano en un encuentro Interpolitécnico, institución donde alcancé el título de Ingeniero Bioquímico, y donde pude ver realizado mi sueño de aprender a tocar piano. Recuerdo haber sentido muchos nervios antes de subir al escenario en la primera eliminatoria, tanto que pensé seriamente abandonar la contienda. Mi sorpresa fue que al pisar el escenario y observar la atención del público sobre mí, el nerviosismo se alejó para dar paso a un deseo muy grande por ver el concurso más que como una oportunidad para ganar un reconocimiento, como una forma para halagar y complacer al público presente. 

¿Cómo y cuándo llegó a tus ojos y a tus manos la lectura?

Mi encuentro con la lectura fue accidentado. Leía solamente por cumplir y aprobar materias en la escuela, o para cumplir con mis responsabilidades laborales en mi empleo dentro de la industria farmacéutica. Recuerdo que cuando cursaba el tercer año de primaria, logré ganar un primer lugar en una muy cerrada final de un concurso de lectura en voz alta. El jurado no podía decidir quién merecía el primer lugar entre una niña y yo, y fue una lectura que hacía referencia al día de muertos la que marcó la diferencia, cuando pude leer fluidamente la palabra "Cempasúchil".

Fuera de ello, mi afición era pobre, hasta que durante una visita guiada en Teotihuacán, a la edad de 28 años, el instructor nos recomendó leer "La visión de los vencidos" de Miguel de León Portilla, en donde afirmó, existía evidencia documental de que en el México prehispánico había personas de piel blanca. Este tema despertó mi curiosidad por la lectura, y me propuse buscar cada libro al que hacía referencia el primero. De esta manera me di cuenta de que la conquista de México tenía dos versiones: La de los españoles a través de Bernal Díaz del Castillo, y la de quienes se consideraron como vencidos, escrita a partir de manuscritos que dejaron mexicas que vivieron este proceso, y algunos otros que sobrevivieron a ello.
 


Sabemos que profesas un nacionalismo musical. ¿Cómo describirías el alma musical de México?

El alma musical de México tiene un colorido intenso y único en el mundo, que se tiñe con nuestras riquísimas tradiciones, valores, picardía, alegría y romanticismo, fácilmente perceptibles cuando tenemos oportunidad de acercarnos a sus notas. Esta forma de sentir la música mexicana me inspiró a componer los temas de mi proyecto titulado "El Color de mi Tierra", a manera de homenaje a algunos de los estilos más representativos de la música popular mexicana.
 




Háblanos por favor de tus proyectos, de tus conciertos, de tus discos...

Mis proyectos están enfocados en la conservación de las tradiciones mexicanas, al fomento por la unión familiar y el gusto por conocer y difundir nuestro gran legado musical, al tiempo que pretendo contribuir a enriquecer el repertorio de nuestra música con composiciones de mi autoría . Disfruto mucho presentar cada disco de una manera poco convencional, apoyándome con el teatro. A la fecha he logrado grabar 3 discos, en donde he participado como autor, arreglista y productor de cada tema: 1) Tiempo de Navidad, el cual presenté inicialmente en Irlanda en 2007, y en México en el foro Cultural Coyoacanense, a través de la obra titulada "¿Dónde está la Navidad?" de la cual soy productor, y en la que interactúo con títeres, mientras hablamos de las tradiciones alrededor de esta hermosa temporada; 2) El Color de mi Tierra, con música mexicana de mi autoría; 3) La mirada de Dios, con música propia para la reflexión y la oración, este último en colaboración con Ediciones Paulinas.

Actualmente me encuentro en la etapa final de la producción del nuevo disco titulado "Canción para el corazón de un niño", cuya música presenté el pasado mes de Abril de 2010 en la Biblioteca Vasconcelos, a través de la obra titulada "Canción para el corazón de un niño", de la cual soy productor, en un homenaje a nuestro juguete mexicano, con el lema "Porque para llegar a ser un gran hombre, se requiere de un gran corazón de niño...". Los títulos de cada tema hacen referencia a un juguete mexicano. Tenemos por ejemplo el "Vals del trompo feliz"; "Veloz, el caballito de madera"; "Azul, el barquito de papel". Este espectáculo escénico se presenta con un escenario lleno de colorido, y es una combinación muy especial de música y mímica, en donde un artesano y una muñequita de trapo nos recuerdan momentos especiales que hemos experimentado alguna vez con nuestros juguetes mexicanos.
 



¿En qué te has inspirado para componer "El color de mi tierra"?


Es un proyecto al que le guardo especial cariño, por el reto, aprendizaje y proyección que ha representado para mi carrera artística. "El Color de mi Tierra" me ha abierto camino en cada foro cultural en el que he tocado la puerta. Es un disco que tiene mucho colorido en ritmo, estilo y romanticismo. Tiene valses inspirados en la música que se escuchaba durante el Porfiriato, con un fuerte olor a nostalgia y tradición. El son "Fiesta mexicana", ha sido mi primer incursión en este estilo, y es un tema del que estoy muy orgulloso, pues al escucharlo puedes experimentar el ambiente de algarabía y fiesta, propios de nuestra cultura. Algunos temas fueron hechos a ritmo de bolero ranchero, en donde la fusión del piano con música de mariachi es muy interesante. Cada nota de este disco busca que al escucharla, nos transportemos de inmediato a otras épocas de nuestra historia, que vive resguardada en la memoria de nuestros abuelos, para seguir heredándose de generación en generación.

Lo mejor de "El Color de mi Tierra" está aún por llegar, ya que he terminado la letra de casi todos los temas, y tengo planeado concluir partituras para lograr que la música sea interpretada por orquestas sinfónicas o de cámara, y acompañada de coros. Si hasta ahora la música ha sido muy bien recibida por el público, las letras contribuirán aún más para que puedan arrancar momentos muy emotivos y construir otros nuevos en quien la escuche.



¿Qué significa componer música hoy, en México?

Para mí es sinónimo de identidad y expresión del sentir del México de hoy, que se nutre de la música de otros lugares del mundo para evolucionar en ritmo y temática. Componer en México hoy es una práctica más común de lo que parece, y la llegada de la tecnología ha contribuido a hacer esta tarea más sencilla, aún para quienes no nos dedicamos por completo a la música. Considero que existe una gran responsabilidad para quienes como compositores, aspiramos a un México mejor, trabajando en propuestas que promuevan la aplicación de los valores que contribuyan a formar mejores personas en todos los sentidos, en beneficio de la sociedad, una propiedad única que tiene la música para actuar a nivel de nuestras emociones.
 


 Háblanos de tus sueños, de tus anhelos. Si se te apareciera el genio de la lámpara ¿cuáles serían tus tres deseos?

Sueño con lograr a trascender con mi trabajo en la música en México y el Mundo. Que la gente pueda recordarme porque mi música logró un impacto positivo en sus vidas para hacerla mejor. Sueño con verme tocando acompañado por una gran orquesta y un gran coro mis propios temas, y poder hacerlo en mi país y fuera de él. Si se apareciera el genio de la lámpara maravillosa le pediría sabiduría, salud y amor, pues son tres valores fundamentales que se necesitan para alcanzar el éxito en lo que te propongas.
 


 Hemos establecido relación a través de mi novela Copo de Algodón. Estoy casi  segura que tú has sido el primer lector. Sé que ya conocías al personaje principal, pero ¿cómo fue tu encuentro con la pequeña Copo en las páginas del libro?

Fue un encuentro muy emotivo y significativo. Fue como reencontrarse con una persona por la que sientes mucho aprecio y admiración, después de 10 años de no haber sabido nada de ella. Reencontrarla, y dejar que te platique sobre su niñez, mientras te deja aprender más sobre tu historia, tus raíces, el entorno que le tocó vivir antes y durante la conquista, y el profundo respeto que existía por la naturaleza y los valores, te ayudan a comprender mejor situaciones de la historia que a veces son fáciles de juzgar, si desconoces el entorno que se vivía entonces.

Un ejemplo es las circunstancias que llevaron a Moctezuma II a recibir a los españoles con una actitud sumisa, o por ejemplo, a comprender cuál fue el origen y los motivos que llevaron a la diosa Cihuacóatl (a quien hemos satanizado a través de la leyenda de la llorona) a lamentarse por la desgracia que veía llegar sobre el pueblo mexica. Cuando lees el libro, te das cuenta de una niña que habla con gran familiaridad y orgullo, de personajes que para nosotros parecen lejanos, como son los Tlatoanis Aztecas, sus fortalezas y debilidades. Este encuentro despertó nuevamente en mi el deseo por seguir leyendo y fomentando este gusto en mi familia. El libro utiliza un lenguaje muy amigable, que facilita la comprensión de la historia de la última etapa de grandeza del Imperio Mexica, y de los acontecimientos más importantes de la Conquista de México, pues es una niña que llegó a ser Emperatriz la que te está narrando los hechos. El libro es para mí un gran esfuerzo por añadir valor a quien valor merece, resaltando el importante papel que ha tenido la mujer en la Historia de México.
 


 ¿Qué significa para ti, como joven creador mexicano, la fuerte componente indígena de nuestra cultura?

Significa una parte esencial de los componentes que fluyen por nuestra sangre, inyectándole ese colorido que es reconocido en todo el mundo por su valor, calidez, orgullo, creatividad y valor que nos distingue. Esa componente indígena se pone de manifiesto cuando como pueblo enfrentamos situaciones extremas, ya sea para festejar o para solidarizarse en situaciones de crisis. Es la fuerza que surge desde nosotros y nos arranca un suspiro, una lágrima o un grito de júbilo cuando escuchamos las notas del Cielito Lindo.
 


¿Cuál es tu visión de la llamada "Conquista de México? ¿Coincide o difiere de la presentada por mí en las páginas de Copo de Algodón?

Mi visión coincide fuertemente con la tuya, que me parece imparcial, sin culpar a ningún pueblo en particular por los hechos que llevaron a la destrucción del imperio Mexica. La visión es simplemente descriptiva, invitándote a obtener tus propias conclusiones. Me inclino por pensar que como pueblo, corre por nuestras venas la sangre de 2 culturas únicas en el mundo por su fuerza, valor y tenacidad, que se puso de manifiesto durante los días de sitio que vivió la Ciudad de Tenochtitlán.

Desde mi punto de vista, el entender la historia de esta forma, contribuye a aceptarnos tal y como somos, con la herencia cultural proveniente de estas dos grandes potencias, la cual ha florecido para dar lugar a una cultura que destaca a nivel internacional en todas las artes por sus características propias.
 


Del Diccionario de David García Hernández

1.- Libros: Ventana al mundo que estimula la imaginación, la creatividad y la reflexión, elementos necesarios para superarnos como personas.
2.- Niños: El futuro de nuestra civilización y la mejor oportunidad para reencontrarnos con nosotros mismos para que no olvidemos de dónde venimos.
3.- Música: La palabra más difícil de definir, pero podría decirte que es la esencia de lo que soy como persona, y el mejor medio para conectarme con el corazón de otras personas.
4.- Sueños: El lugar donde se albergan los más profundos deseos, ilusiones y temores.
5.- Felicidad: La capacidad para identificar y disfrutar los detalles más sencillos que nos brinda la vida.



SOY compositor y pianista mexicano. Mi búsqueda por encontrar mi lugar en la música me ha llevado a ganar 2 concursos de piano y 2 segundos lugares en composición musical en el Instituto Politécnico Nacional, en donde obtuve el título de Ingeniero Bioquímico, que aplico en beneficio de la salud a través de industria farmacéutica. Por lo anterior puedo atreverme a decir que soy el primer pianista formado completamente en el Instituto Politécnico Nacional.

Mi propuesta musical busca promover la conservación de las tradiciones mexicanas, y contribuir a fomentar la unión familiar y el gusto por la música popular mexicana. Considero cada concierto como una oportunidad para encontrarme con amigos con quien compartir mi pasión por la música, así que serás muy bienvenido a visitarme de acuerdo con el calendario incluido en  www.myspace.com/elcolordemitierra.

Te invito a conocer más sobre mi propuesta musical en: www.youtube.com/garciad8



Imágenes: David García Hernández y Ediciones El Naranjo (Ilustraciones de Marcos Almada Rivero)

Tenamiquiliztli: Reencuentro, poesía náhuatl contemporánea






Francisco Morales Baranda



Atlixco nimitztemohua,
Innepapan xochitzalan,
Nimitztemohua, nimitztemohua,
Ihuan nimitznenatlixtemohua.

Te busco en el rostro del agua,
Entre las variadas flores.
Te busco, te busco
Y en vano te busco en el rostro del agua.

Nimitztemohua itzalan nomahuan,
In quiauhcuauhtla
In petlapaltic ihuan poyauhtic,
In cuauhatlapalli, ihuan nimitzitta,
Ipan noxochimil icuauhxochiuh.

Te busco entre mis manos, en el bosque de lluvias,
En las esteras húmedas y esponjadas,
En las hojas, y te contemplo en el
Árbol florido de mi jardín.



(C) Francisco Morales Baranda
Voz:
María García Esperón
Música:
L. Einaudi
2010