30 mayo 2011

En La fábrica de mitos urbanos


Copo de algodón: un viaje al corazón del heroísmo


Las identidades nacionales están cifradas en los héroes que las originan: la épica es el germen de los pueblos y su sentido de pertenencia. Sin embargo, cuando nos preguntamos cuál es la gran epopeya mexicana, quién su gran héroe, es difícil responder. Tan difícil como ha sido hasta ahora saber también quiénes somos los mexicanos. Son tantas las versiones, algunas tan maniqueas, que la cuestión no ha alcanzado nunca una explicación suficiente ni definitiva: ¿somos de verdad los hijos de la Madre Patria, o todavía somos aquellos vencidos, los descalzos, los morenos?
No es fácil acometer estas interrogantes, como no es fácil escribir una novela. Sin embargo, María García Esperón se atreve y sale triunfante. No sólo acierta en la visión que nos propone sobre el pasado mexicano, sino que escribe uno de los mejores libros que he tenido oportunidad de leer en lo que va del año: Copo de algodón.
La novela de García Esperón se inaugura con una frase contundente: “Mi padre es un hombre triste”. Y ése es el botón que nos muestra lo que vendrá: una narración íntima, en primera persona, realizada por una niña llamada Tecuixpo Ixtlaxóchitl, acerca de lo que ve durante los primeros años de su vida. Por momentos, el libro puede ser un cuadro de costumbres logradísimo: los sacrificios humanos, las guerras floridas, los matrimonios mexicas, la comida del tlatoani, el momento en que los padres aconsejan a sus hijas… Todo esto es de por sí valioso. Sin embargo –y en ello radica el latido mismo del libro- la narradora y protagonista no es solamente una niña mexica, sino que se trata de la hija predilecta de Moctezuma Xocoyotzin, que nos relata el fin de un mundo: el suyo.
La historia es rica y conmovedora: se nota sustentada en el conocimiento profundo del tema. Además, nunca pierde el tono con el que inicia –esa afirmación sobre Moctezuma, que basta para resumir un carácter- y en ocasiones imita con gran acierto los recursos estilísticos de la literatura náhuatl, como los difrasismos y preciosismos; el uso de las metáforas y epítetos por momentos acerca la grandeza mexicana a la griega, sin que parezca injusta la equivalencia. María García Esperón va al fondo de la historia desde la perspectiva de los individuos, y lo que en los libros de texto aparece tan en blanco y negro, en su novela cobra matices y texturas, profundidades: entendemos las cosas distinto, sin buenos ni malos. Con hombres y mujeres en un contexto específico, con sus recursos y sus errores trágicos. Nada más. Estos personajes están tan sólidamente construidos que realmente los comprendemos (porque Aristóteles lo había dicho ya: la literatura es más universal que la historia, más filosófica). Por si hicieran falta razones para amar el libro, está exquisitamente ilustrado a carboncillo. Es, en suma, bello y conmovedor.
 (Copo de Algodón, de María García Esperón, con ilustraciones de Marcos Almada Rivero, es una publicación de Ediciones El Naranjo. Si deseas adquirir éste u otros libros, ingresa awww.edicioneselnaranjo.com.mx o llama a los teléfonos 56 52 91 12, 56 52 19 74; la editorial los hace llegar hasta la puerta de tu casa. También puedes encontralo en las librerías Gandhi, El Sótano, El Péndulo, las librerías del FCE, Cristal, librería Julio Torri del CCU y librerías Educal.)